Anexo:Reacciones a la primera fase de la guerra ruso-ucraniana

Las reacciones a la primera fase de la guerra ruso-ucraniana (2014-2015) fueron casi siempre condenatorias de la postura de Rusia, y de apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania. Tras la adhesión de Crimea a Rusia, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y otros países aplicaron una serie de sanciones contra funcionarios y empresas. El 27 de marzo en las Naciones Unidas fue aprobada la Resolución 68/262 denominada «Integridad territorial de Ucrania».

La Unión Europea y sus Estados miembros

•  Unión Europea - El Parlamento Europeo condena que la Federación de Rusia se ha anexionado ilegalmente Crimea y Sebastopol, violando con ello el Derecho internacional, incluidas la Carta de las Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki, el Memorando de Budapest de 1994 y el Tratado de Amistad, Cooperación y Asociación de 1997 entre Ucrania y la Federación de Rusia.​ Reitera su firme compromiso con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania con arreglo a sus fronteras reconocidas internacionalmente, así como con la opción libre y soberana de este país de avanzar por una senda europea; recuerda su firme condena de la anexión ilegal de la península de Crimea por Rusia.​

El 1 de marzo, la jefa de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, afirmó que la UE "lamenta" la decisión de Rusia de utilizar la acción militar en Ucrania, que describió como «una escalada injustificada de las tensiones». Hizo un llamamiento a «todos los lados para disminuir las tensiones de inmediato a través del diálogo, en el pleno respeto de la legislación ucraniana e internacional». Y agregó que «la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania debe ser respetada en todo momento y por todos los lados. Cualquier violación de estos principios es inaceptable. Ahora más que nunca, se necesitan moderación y sentido de la responsabilidad».​

Los presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, divulgaron una declaración conjunta sobre la situación en torno a Crimea el 18 de marzo. Aclararon que la Unión Europea no reconoció la legitimidad del referéndum en y sus resultados, ni la anexión de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia.​

El 23 de abril, el portavoz de la jefa de la Diplomacia de la Unión Europea pidió a las autoridades ucranianas «evitar la violencia a la hora de defender su soberanía e integridad territorial, para no agravar la situación». Además, agregó que Bruselas no duda de la intención de Kiev de cumplir el pacto de Ginebra.​

•  Alemania — La canciller Angela Merkel dijo que las acciones de Rusia eran "inaceptables" y que con sus obras se rompería el derecho internacional. Merkel recordó que Rusia aceptó la independencia de Ucrania al firmar el Tratado de Belavezha en 1991 y que ahora no “estaba cumpliendo” el Memorándum de Budapest de 1994 sobre garantías de seguridad.​​

El 2 de marzo el presidente ruso y la canciller alemana Angela Merkel acordaron continuar una serie de consultas tanto en formato bilateral, como multilateral para promover la normalización de la situación política en Ucrania. Ambas partes acordaron crear de inmediato una comisión para analizar la situación y emprender el diálogo político.​

El 24 de marzo, Merkel anunció que «el G8 no existe, ni como cumbre ni como formato» y que se hará un junio una cumbre en Bruselas en lugar de la de Sochi.​

El 9 de abril, el Ministerio de Exteriores de Alemania recomendó a sus ciudadanos a «evitar viajes a Ucrania y a la península de Crimea por motivos de seguridad». El Ministerio también recomendó a los alemanes que se encontraban en Ucrania, evitar acudir a manifestaciones y mítines, y que los residentes en el país eslavo se registrasen en la página web de la embajada alemana.​

El 1 de mayo, Angela Merkel se comunicó por teléfono con el presidente ruso y le solicitó ayuda en la liberación del equipo de observadores de la OSCE retenidos por activistas.​ Previamente, Alemania decidió suspender la exportación de armas y de material bélico a Rusia.​

En la reunión junto a Obama del 2 de mayo, Merkel destacó que los ucranianos se mostraron «dispuestos a negociar y a hacer concesiones a los prorrusos» como por ejemplo, «realizar enmiendas a la Constitución» y tomar distintas medidas de descentralización. También dijo que las elecciones del 25 de mayo «son cruciales» y que «el orden de posguerra se ha puesto en juego y los ucranianos están luchando por su autodeterminación».​

•  Bulgaria — El 26 de febrero de 2014, tras la decisión de la Rada Suprema de Ucrania de anular la ley sobre las lenguas de las minorías, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Bulgaria pidió a los nuevos líderes políticos de Ucrania incluir a todos los grupos étnicos en la sociedad ucraniana y respetar los derechos humanos.​
•  Eslovaquia — El presidente de Eslovaquia, Ivan Gasparovic, descartó el 23 de abril la posibilidad de que en territorio eslovaco se desplieguen tropas de la OTAN debido a la crisis en el sudeste ucraniano, e informó que va a discutir la situación en Ucrania con su homólogo checo durante su visita a Praga.​
•  España — El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, manifestó en un tuit el día 6 de marzo que «la diplomacia debe actuar para rebajar la tensión entre las partes y buscar una solución política y dialogada a la crisis de Ucrania».​ Previamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación emitió un comunicado en apoyo del nuevo gobierno de Ucrania, diciendo lo siguiente: «El gobierno español está preocupado por la situación en Ucrania, que sigue siendo incierta e inestable La tensión actual en Crimea es especialmente preocupante». El gobierno también ha expresado su «total apoyo a la integridad territorial de Ucrania», e instó a todos los actores a «cooperar en la búsqueda de una solución, mientras que despedir a cualquier uso de la fuerza».​

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, abogó el 16 de abril, en relación con la crisis de Ucrania, por preservar el diálogo con Rusia y por instar a este país a «volver a respetar el orden internacional», porque «Rusia debe ser un socio y no un adversario estratégico de la Unión Europea».​

El 3 de mayo, mediante una nota de prensa, el Gobierno de España quiso mostrar su preocupación «por los graves incidentes» que se están produciendo en Ucrania. España, reza el comunicado, «se suma a los repetidos llamamientos para que se rebaje la tensión y se restablezcan la paz y el orden». El ejecutivo español «considera que todas las partes implicadas deben comenzar a aplicar lo acordado el 17 de abril en Ginebra con la mayor urgencia».​

•  Estonia — El Ministro de Relaciones Exteriores, Urmas Paet, aseveró el 1 de marzo que «la decisión del Parlamento ruso de autorizar el uso de tropas en Ucrania es una clara amenaza a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania», y pidió a Rusia que no intervenga. Llamó a los dirigentes ucranianos a «llevar a cabo todas las acciones para reducir las tensiones y restablecer la unidad de la sociedad».​
•  Finlandia — El Ministro de Relaciones Exteriores Erkki Tuomioja declaró el 1 de marzo, que Rusia está «llevando a cabo un golpe militar del territorio de Crimea» y al hacerlo Rusia está violando varios tratados y leyes internacionales.​

El 3 de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que la situación en Ucrania «es ingobernable» y las nuevas sanciones contra Rusia «no arreglarán la situación». También se refirió a la masacre en Odesa, afirmando que los hechos mostraban que en Ucrania habían «fuerzas que no obedecen ni a Moscú ni a Kiev» y que esperaba que Rusia no emprendiera «cualquier acción militar en Ucrania».​

•  Francia — El representante del Ministerio de Relaciones Exteriores, Romen Nadal, expresó su preocupación sobre los acontecimientos de Crimea y pidió preservar la unidad y la integridad de Ucrania.​
•  Hungría — El ministro de Relaciones Exteriores, János Martonyi, manifestó que «la situación suscitada en la península crimea pone en riesgo la integridad territorial de Ucrania»; también condenó las acciones del 25 de febrero por el movimiento nacionalista ucraniano Pravy Sektor (Sector Derecho) que irrumpió agresivamente en el consejo municipal de Beregove, ciudad de mayoría étnica húngara situada en la provincia ucraniana de Transcarpacia.​ Martonyi viajó a la ciudad ucraniana de Úzhgorod, donde el 80 % de la población es de origen húngaro, y dijo que Hungría «reaccionará ante cualquier agravio a la minoría húngara en Ucrania».​ Además, en una declaración emitida el 1 de marzo, del Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que el gobierno húngaro había pedido tanto a los líderes del gobierno de Kiev y los líderes políticos de la región de Donetsk a abstenerse de medidas provocativas que pueden incrementar la tensión y conducir a la violencia.​

El 9 de abril, durante los debates en el Europarlamento sobre Crimea el representante delegado de Hungría en la APCE expresó abiertamente que Ucrania es un «estado artificial» y recordó que Ucrania incluye Transcarpacia, que hasta 1918 perteneció a Hungría. Según el húngaro, hoy en Ucrania hay «fuerzas ocultas» que tratan de apoderarse del poder, señalando las acciones de las organizaciones nacionalistas y profascistas que operan en este país. De hecho el político húngaro dio a entender la importancia de defender a la población de Transcarpacia frente a las fuerzas que llegaron al poder en Ucrania.​

•  Italia — El primer ministro, Matteo Renzi, definió la ocupación militar como una «violación inaceptable».​

El presidente de la república de Italia, Giorgio Napolitano, y el primer ministro, Matteo Renzi, resaltaron el 30 de abril la necesidad de que todas las partes respeten el acuerdo de Ginebra sobre la crisis ucraniana.

La ministra de Defensa de Italia, Roberta Pinotti, dijo que «Italia no puede quedarse con los brazos cruzados. Estamos dispuestos a enviar nuestras tropas pacificadoras» y que van a actuar a través de la ONU, la OTAN y la Unión Europea.​

•  Letonia — El Presidente de Letonia, el Presidente del Parlamento, el Primer Ministro y el Ministro de Relaciones Exteriores emitieron una declaración conjunta afirmando que «Letonia apoya fuertemente la integridad territorial de Ucrania y que todas las medidas destinadas a dividir a la sociedad ucraniana y el cuestionamiento de la integridad territorial del país debe ser condenado en los términos más enérgicos posibles».​ Mientras que, la Unión de los rusos de Letonia realizará el 10 de marzo manifestaciones en Riga pidiendo «libertad» para Crimea y la exigencia de «garantías para la lengua rusa desde Sebastópol hasta Riga».​
•  Lituania — El Ministerio de Relaciones Exteriores llamó a consultas al embajador de Rusia ante Lituania para discutir la situación en Ucrania.​ El 19 de marzo, la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, dijo que «hay un intento, usando la fuerza brutal, de volver a trazar las fronteras de los estados europeos y para destruir la arquitectura de Europa de la posguerra».​
•  Polonia pidió protección a la OTAN —de la que forma parte— y denunció a Rusia por ejecutar maniobras militares en Kaliningrado.​

El primer ministro polaco, Donald Tusk, dijo que «en Ucrania nos enfrentamos a una guerra de facto. Pero es un nuevo tipo de guerra. Una guerra que no fue declarada».

•  Reino Unido — El secretario de Relaciones Exteriores, William Hague, dijo que estaba "profundamente preocupado" por la escalada de las tensiones y de la decisión del Parlamento ruso de autorizar una acción militar. También dijo que «esta acción es una grave amenaza potencial a la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania. Condenamos cualquier acto de agresión en contra de Ucrania».​

William Hague aseguró el 18 de marzo que su país suspendió la cooperación militar con Rusia en vista de la crisis en torno a Crimea. Precisó que el país dejó de exportar las licencias de fabricación de material bélico a Rusia, canceló los ejercicios navales conjuntos y las visitas programadas de buques de guerra británicos a puertos rusos.​

El Secretario de Relaciones Exteriores británico, William Hague, afirmó que «no hay duda de que Moscú está detrás de la desestabilización del este de Ucrania». Agregó que Rusia «violó» deliberadamente la independencia y la soberanía de Ucrania.​

•  República Checa — El presidente de la República Checa, Milos Zeman, expresó el 20 de marzo que «el Gobierno de Ucrania se beneficiaría si se deshiciera de los extremistas fascistas y federalizara el país» y consideró que Crimea ya se ha convertido efectivamente en parte de Rusia y recordó que «Crimea nunca fue parte de Ucrania, hasta que Jruschov se la dio a Ucrania». También pidió la pronta firma del acuerdo de asociación de Ucrania con la Unión Europea.​ Unos días antes, el canciller Lubomír Zaorálek critcó y condenó las medidas adoptadas por la Federación de Rusia. También dijo que le recordaba a la Primavera de Praga de 1968.​
• El presidente Miloš Zeman, afirmó que «no habrá nada malicioso en la federalización de Ucrania. Bien existen como estados federados Alemania, Estados Unidos, Suiza» y que cierta descentralización y autonomía podrían calmar la situación en Ucrania.​ También dijo que estaba a favor de una «acción eficaz y en muchos casos incluso preventiva» de la OTAN, debido a la «posible intromisión» de Rusia en la crisis en las regiones del sureste de Ucrania. Expresó sus esperanzas de que «la UE y la OTAN tengan valor» para llevar a cabo actos de intimidación orientados a Rusia.​

El presidente de la República Checa dijo que «Crimea, por muchas cosas que declaremos, no se devolverá a Ucrania en un futuro previsible. Por lo tanto, las potencias occidentales, o, propiamente hablando, la Unión Europea deben aceptarlo». También catalogó como «tonta» la decisión del entonces primer secretario del partido Comunista de la Unión Soviética, Nikita Jrushov, sobre la transferencia en 1954 de la península de Crimea a Ucrania y que la mayoría de la población jamás la aceptó. Además, afirmó que «no habrá nada malicioso en la federalización de Ucrania. Bien existen como estados federados Alemania, Estados Unidos, Suiza» y que cierta descentralización y autonomía podrían calmar la situación en Ucrania.​

•  Rumania — El presidente de Rumanía, Traian Băsescu, dijo que Ucrania, donde viven cuatrocientos mil rumanos étnicos, podría mantenerse unida solo cuando las minorías reciban el respeto que les corresponde por parte del Gobierno.​
•  Suecia — El primer ministro Fredrik Reinfeldt dijo el 2 de marzo en una entrevista que «es algo comprensible que Rusia está actuando sobre las preocupaciones de la minoría rusa de Crimea y el este de Ucrania, pero no de la manera que lo están haciendo, por supuesto hay métodos para hablar con el gobierno de Ucrania y calmar la situación de forma pacífica».​

La OTAN y sus países no miembros de la Unión Europea

•  Organización del Tratado del Atlántico Norte — En una declaración del Consejo de la OTAN, se culpó a Rusia de la «escalada militar en Crimea y la violación de los principios del derecho internacional».​ El 6 de marzo la OTAN advirtió que estaba revisando sus relaciones con Rusia, y también amenazó con sanciones. El secretario general Anders Fogh Rasmussen dijo a periodistas que la organización había decidido «poner toda la gama de la cooperación OTAN-Rusia en revisión», con el fin de enviar «un mensaje claro de que las acciones de Rusia tienen consecuencias». También anunció que organización va a «intensificar» su asociación con Ucrania, a través de una mayor capacitación y ejercicios conjuntos e incluir a Ucrania en proyectos multinacionales.​ El secretario general de la OTAN acusó a Rusia de «romper el libro de las reglas internacionales, tratando de volver a dibujar el mapa de Europa, y creando, en tan sólo unas semanas, la crisis de seguridad más grave desde el fin de la Guerra Fría».​

El 1 de abril en una declaración aprobada por los cancilleres reunidos en Bruselas en una sesión del Consejo de la OTAN a nivel ministerial, la Alianza anunció que suspende «todo tipo de cooperación práctica militar y civil con Rusia», en respuesta a la crisis en Ucrania.​

•  Albania — El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Albania expresó que el referéndum del 16 de marzo es “ilegal” y que no cumple con la Constitución de Ucrania y el derecho internacional, y por lo tanto no puede servir como base para cualquier cambio en el estado de Crimea. Albania pidió a la Federación de Rusia detener las operaciones en apoyo de esta iniciativa peligrosa y desestabilizadora que viole la soberanía, la integridad territorial y la unidad de Ucrania.​
•  Canadá — El 1 de marzo, el primer ministro Stephen Harper condenó la intervención militar rusa. Anunció que el Canadá habló con su embajador en Rusia y se retiró de los preparativos para la cumbre del G8.​ El 4 de marzo, el primer ministro canadiense ordenó suspender todos los contactos bilaterales entre las Fuerzas Armadas de ese país y los militares rusos.​

Harper acusó que los eventos son «estrictamente el trabajo de provocadores rusos enviados por el régimen de Putin». El Ministro de Asuntos Exteriores canadiense describió los acontecimientos en Ucrania como «acciones descaradas y coordinadas por Rusia», afirmando «sin duda» que «provocadores y matones han estado cruzando la frontera» en Ucrania.​

•  Estados Unidos — El 28 de febrero, el presidente Barack Obama conminó a Rusia a que no intervenga en Crimea. En un comunicado dijo que está «profundamente preocupado por los informes de movimientos militares tomados por la Federación de Rusia en el interior de Ucrania». Añadió que «cualquier violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania sería profundamente desestabilizador, que no es en el interés de Ucrania, Rusia o Europa» y que «sería una clara violación del compromiso de Rusia de respetar la independencia y la soberanía y la fronteras de Ucrania y de las leyes internacionales».​ El 1 de marzo, Obama sostuvo una conversación telefónica con Putin y le increpó diciendo que la “invasión rusa” era una «violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y la violación del derecho internacional». Advirtió también «un mayor aislamiento político y económico», y amenazó con retirar a Estados Unidos de la cumbre del G8.​

El secretario de Estado John Kerry censuró la invasión rusa de Ucrania el 2 de marzo en una entrevista, denominándolo un «increíble acto de agresión», increpó a Rusia aduciendo que «invadir a otro estado con base en pretextos completamente ficticios» es un «comportamiento del siglo XIX».​

El 3 de marzo el Gobierno estadounidense decidió no enviar una delegación a los Juegos Paralímpicos de Sochi 2014 y el 6 de marzo autorizó las sanciones contra funcionarios y entidades rusas que consideraba responsables de «amenazar la integridad ucraniana».​ Además, Kerry suspendió su visita a Rusia prevista para el 10 de marzo.​

El secretario de Defensa estadounidense Chuck Hagel dijo el 5 de abril que «el mundo tomó nota y va a responder» a la anexión rusa de la región ucraniana de Crimea.​

El 7 de abril el Secretario de Estado John Kerry dijo que las protestas eran una campaña «cuidadosamente orquestada con apoyo ruso» y que los hechos «no parecían ser espontáneos» por lo que instó a Rusia a «repudiar públicamente las actividades de los separatistas, saboteadores y provocadores».​ También afirmó que Washington estaba tratando de «alentar» a Kiev para establecer un diálogo nacional para tratar de «normalizar la situación en el sureste de Ucrania».

La secretaria de Estado adjunta, Victoria Nuland, dijo que su país no tenía «ninguna duda de que los rusos estaban detrás de las tomas de posesión de los edificios del gobierno en el este de Ucrania».​ Por su parte, el embajador de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) declaró que su país no reconocería ni las repúblicas populares ni los referéndums sobre el estatus político de Donetsk y Lugansk.​ Además, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, amenazó con imponer más sanciones y pidió Putin que cesara «sus esfuerzos por desestabilizar Ucrania».​

Horas después de que el Gobierno ruso anunciara el inicio de maniobras militares en la frontera con Ucrania, John Kerry alertó el 25 de abril de que «si Rusia sigue en esta dirección, no sólo habrá cometido un error grave, sino un error caro». Agregó que «si el presidente Putin y Rusia afrontan una decisión. Si Rusia elige el camino de la reducción de tensiones, la comunidad internacional, todos nosotros, lo celebraremos. Si no, el mundo se asegurará de que los costes para Rusia sólo crezcan».​

La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, insistió en que si Rusia no actuaba para rebajar la tensión en el este de Ucrania, «habrá un aumento de las sanciones» a funcionarios rusos, considerando que los movimientos prorrusos presentan «todos los rasgos de una implicación de Moscú». También opinó que los sucesos en Donetsk comparten «las mismas señales» que el caso de Crimea, con la anexión a Rusia a través de un referéndum.​

Tras la reunión celebrada en Ginebra donde participó Kerry, Barack Obama afirmó que si Rusia «no cumple con su parte del trato», Estados Unidos aplicará nuevas sanciones.​ El embajador estadounidense en Ucrania, Geoffrey R. Pyatt, caracterizó a los militantes prorrusos como «terroristas».​

El 2 de mayo, Obama en una reunión con la canciller alemana dijo que «el señor Putin no tiene legitimidad para violar la soberanía de Ucrania. Puede hacer sugerencias porque tiene intereses legítimos en sus vecinos, pero los ucranianos no pueden aceptar ser un apéndice de Rusia y que el Kremlin tenga poder de veto sobre sus decisiones». Afirmó que ambos países están decididos a imponer sanciones coordinadas a Rusia y que «naves alemanas se están incorporando a las operaciones de patrullaje en el mar Báltico». Además dijo que las fuerzas ucranianas «avanzan para restablecer el orden en el este» y que «es obvio que los insurgentes están siendo apoyados por Moscú, que tiene que usar su influencia para que se desarmen y dejen de provocar violencia». También Obama mostró su indignación por el secuestro de los observadores de la OSCE y pidió el diálogo diplomático para resolver el conflicto.​

•  Turquía — El ministro de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoğlu, declaró el 28 de febrero que «Turquía considera importante la democracia y la estabilidad política basada en la democracia para el futuro de Ucrania» y que «Crimea es importante para Turquía, ya que es la puerta de Turquía a Ucrania, y también lo es para nuestros compatriotas tártaros».​ Davutoglu, se reunió en Ankara con 50 representantes de la Sociedad de Turcos de Crimea y dijo «Allá en donde nuestros hermanos y hermanas sufran, seremos los primeros en ayudar».​

Otras naciones con minorías étnicas en Ucrania

•  Bielorrusia — El 28 de febrero, el Ministerio de Relaciones Exteriores expresó su preocupación respecto a los eventos en Ucrania.​ El 23 de marzo, el presidente Aleksandr Lukashenko declaró que «Crimea pasó a formar parte de Rusia» y afirmó que «la situación se está desarrollando de hecho. Y estaremos al lado de Rusia». También criticó las sanciones de Estados Unidos y Europa a Rusia.​ Bielorrusia, junto con Rusia y Armenia, fueron los únicos de los quince Estados postsoviéticos que votaron en contra de la integridad territorial de Ucrania.
•  Moldavia — El primer ministro de Moldavia, Iurie Leancă, dijo que la crisis en el sur de Ucrania es un recordartorio a los moldavos de su propios conflictos separatistas (Transnistria y Gagauzia) y dijo que Moldavia tiene la esperanza de que Ucrania preserve su integridad territorial.​ Mientras que el presidente Nicolae Timofti declaró que «Moldavia subraya la importancia de observar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania y no permitir la violación de los principios del derecho internacional».​

La ministra de Asuntos Exteriores e Integración Europea de Moldavia, Natalia Gherman, dijo que su país se negó a unirse a las sanciones impuestas por la Unión Europea contra Rusia por la anexión de Crimea, y que sólo ha apoyado las sanciones contra algunos funcionarios ucranianos.​

•  Transnistria — El 18 de marzo, el gobierno de Transnistria envió una solicitud para unirse a la Federación de Rusia, siguiendo el ejemplo de Crimea y en cumplimiento de las disposiciones de la Ley de Anexión. Esta petición fue enviada por su presidente, Mijaíl Burla, al presidente de la Duma Estatal. En 2006 se había celebrado un referéndum similar al de Crimea, donde se impuso por mayoría el mismo resultado de la anexión a Rusia.​ Luego, el presidente de Moldavia instó a Rusia a no considerar la anexión de Transnistria de la misma forma que lo hizo con Crimea.​
•  Gagaúzia — El 2 de febrero, el gobierno de Gagauzia celebró un referéndum por el cual una abrumadora mayoría de los votantes optó por estrechar los lazos con Rusia sobre una posible integración en la Unión Europea, y también optaron por la independencia de Gagauzia si Moldavia decidía entrar en la Unión Europea.​​

Resto del mundo

Neutrales

•  Argentina — El 15 de marzo la representante argentina ante el Consejo de Seguridad de la ONU, María Cristina Perceval votó a favor de una resolución patrocinada por Estados Unidos condenando el referéndum del 16 de marzo. Ella explicó que había votado a favor de la resolución, ya que afirmó «el principio de la integridad territorial y esto habría contribuido a un diálogo constructivo para lograr una solución pacífica que participen todos los actores políticos». Mientras tanto, instó a abstenerse de «acciones que pudieran obstaculizar una solución de este tipo», y dijo que los ucranianos deben decidir sus propios asuntos.​ La Cancillería Argentina también afirmó que actuó «con cuidado de no mostrar una posición contradictoria respecto de la que mantiene en Malvinas», un territorio reclamado por Argentina y donde se celebró un referéndum en el 2013 que el gobierno lo consideró como «ilegal».​

El 17 de marzo, luego de la reunión con el papa Francisco en la Ciudad del Vaticano, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo mención al conflicto con el Reino Unido por las islas Malvinas y aprovechó para hacer un paralelismo con el referéndum de Crimea. Criticó la «doble moral» de los países occidentales al afirmar que «un referéndum realizado por Crimea es malo, pero uno hecho por los kelpers es bueno».​ Dos días después en una reunión con el mandatario francés François Hollande, aseguró que «las Malvinas siempre pertenecieron a la Argentina, así como Crimea perteneció a la Unión Soviética hasta que fue obsequiada a Ucrania».​

El 25 de marzo, Vladímir Putin se comunicó con Cristina Kirchner. Allí el presidente ruso reconoció la postura de la Argentina sobre la Cuestión de Crimea, subrayando la importancia de la posición argentina de incluir en el debate sobre dicha Cuestión el «doble estándar» de varios países con relación a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, relacionándolo con la cuestión de las Malvinas. En la conversación, Cristina Kirchner ratificó que la Argentina «seguirá propiciando la resolución pacífica de los conflictos así como la ineficacia de la aplicación de sanciones que sólo impiden el diálogo constructivo».​ El embajador ruso en Buenos Aires, Víctor Koronelli, agradeció el apoyo argentino en la cuestión de Crimea y criticó también un «doble estándar» de Occidente con los casos Malvinas y Crimea.​

•  Brasil — El Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, declaró que «Ucrania es un país amigo de Brasil, seguimos con mucha atención y apoyamos todos los esfuerzos del secretario general de las Naciones Unidas (Ban Ki-moon) para negociar el problema». También afirmó que lamenta cualquier tipo de violencia en Crimea y apoya una solución negociada a la crisis.​ Si bien, el Estado miembro del BRICS (grupo económico formado también por Rusia) se abstuvo en la votación sobre la integridad territorial de Ucrania que tuvo lugar en la Asamblea General de Naciones Unidas el 27 de marzo.​ Antonio Patriota, diplomático brasilero matizó que «Brasil apoya todos los esfuerzos para una solución pacífica de la crisis e invita a la partes a un diálogo inclusivo».​
•  China — El 2 de marzo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China, Qin Gang, condenó la «violencia extremista» existente en Ucrania pero reiteró la posición de su país sobre la no interferencia en los asuntos internos de otros país y el respeto a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania.​ El 4 de marzo, el presidente Xi Jinping, en una conversación telefónica con Vladímir Putin, expresó su confianza en la capacidad de Putin para llegar a una solución política a través de las negociaciones con todas las partes involucradas. Afirmó que China apoya todos los puntos de vista y los esfuerzos de mediación de la comunidad internacional hacia una relajación de la situación.​ Pese a que varios columnistas chinos han manifestado que su país debiera apoyar abiertamente a Rusia y rechazar la presión de las potencias occidentales, el gobierno chino ha mantenido una postura neutral al respecto.​​​ El 15 de marzo, el representante de China en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se abstuvo de votar una resolución condenando el referendo en Crimea.​
•  Colombia — El Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno, dio a conocer un comunicado de prensa declarando su «profunda preocupación por la situación en Ucrania» y al mismo tiempo que deplora los «actos de violencia que han tenido lugar en el último par de días». En el mismo comunicado de prensa, instó al Gobierno de Ucrania a «garantizar la seguridad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de sus ciudadanos».​
•  Ecuador — Durante su informe semanal, el presidente Rafael Correa dijo que «Nosotros (Ecuador) sólo vamos a hablar con un Gobierno legítimo, vamos a reconocer a un Gobierno fruto de la voluntad del pueblo ucraniano, no fruto de un golpe de Estado ni fruto de cuestiones tránsfugas».​ Sobre la situación de Crimea, Correa dijo que es un asunto «bien complejo» y señaló que «Crimea históricamente es rusa, ha pertenecido a Rusia pero el referéndum no se ajusta a la Constitución».​
•  Filipinas — El Ministerio de Relaciones Exteriores de Filipinas expresó su «profunda preocupación en relación con la situación de Ucrania». Y llamó a todas las partes «a actuar con moderación, para no escalar a través del uso de la fuerza, y seguir las obligaciones en virtud del derecho internacional». También instó a todas las partes a resolver la crisis a través del diálogo. Además, aconsejó a los filipinos en Ucrania «restringir los movimientos no esenciales, evitar los lugares públicos y prepararse para una posible evacuación».​
•  India — El Asesor de Seguridad Nacional indio Shivshankar Menon declaró el 6 de marzo que Rusia tenía «un interés legítimo» en Ucrania y expresó su esperanza de que las cuestiones internas en Ucrania se resolverían pacíficamente.​

El 18 de marzo, el primer ministro indio, Manmohan Singh, en una conversación telefónica con Vladímir Putin, manifestó que Nueva Delhi defiende «la unidad y la integridad» territorial de todos los países. Singh se mostró partidario de que Ucrania y Rusia afronten la situación de forma pacífica y diplomática.​

•  Irán — El asesor del Líder Supremo de la Revolución Islámica de Irán para Asuntos Internacionales, Alí Akbar Velayatí, pidió a las dos partes en la crisis de Ucrania a dialogar. También advirtió sobre las «intervenciones de la OTAN» en los asuntos internos de Ucrania cuyo objetivo, «es ampliar la influencia de la Alianza en el este de Europa» y abogó por el fin de injerencias de la OTAN en Ucrania haciendo hincapié en que los mismos ucranianos deben decidir para el futuro político de su país.​
•  Israel — La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores el 5 de marzo, dije que «Israel sigue con gran preocupación los acontecimientos en Ucrania», y espera que la crisis sea tratada por la vía diplomática y que se resuelva pacíficamente.​
•  Kazajistán — El 3 de marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Kazajistán declaró que su país está profundamente preocupado por la situación actual en Ucrania. La declaración instó a todas las partes a renunciar al uso de la fuerza y resolver la crisis a través de negociaciones basados en el respeto a los principios fundamentales del derecho internacional.​
•  Kirguistán — Kirguistán consideró al gobierno de Ucrania interino como legítimo y manifestó su preocupación por la crisis, y condenó cualquier actividad encaminada a desestabilizar la situación en Ucrania.​ Además, la cancillería de dicho país afirmó que reconoció los resultados del referéndum, diciendo que los resultados «demuestran la voluntad de la mayoría de los residentes de la península, siendo una realidad objetiva». También vovlió a afirmar que rechaza el uso de la violencia en la región.​
•  Serbia — El 4 de marzo el Ministro de Asuntos Exteriores afirmó seguir "los acontecimientos en Ucrania con especial atención y preocupación" y apoyaba los esfuerzos políticos para llevar la situación a la necesaria estabilidad.​ El Primer Ministro Ivica Dačić añadió el 8 de marzo que ambas naciones, Ucrania y Rusia eran amigas de Serbia y que deseaba una solución política al conflicto.​
•  Santa Sede — El Papa Francisco hizo un llamamiento a la comunidad internacional «a apoyar cualquier iniciativa para el diálogo y la armonía».​

El 4 de mayo, Francisco invitó a «rezar por las víctimas de la violencia de los últimos días» en Ucrania donde «la situación es grave». Anteriormente, Francisco recibió la visita del primer ministro ucraniano, al que aseguró que hará «todo lo posible» por la paz en Ucrania.​ En dicha visita, que duró 18 minutos, el sumo pontífice le regaló una pluma para que «pueda firmar la paz». Además, la Santa Sede ya había realizado varios llamamientos para resolver la crisis mediante el diálogo.​

•  Sudáfrica — El 2 de marzo, el portavoz Nelson Kgwete declaró que «el gobierno de Sudáfrica desea expresar su profunda preocupación por la situación política en Ucrania», y que «alienta a los esfuerzos diplomáticos internacionales destinados a producir un duradera solución pacífica».​

Apoyo a Rusia

•  Afganistán — El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, reconoció en una rueda de prensa en Kabul la voluntad libre del pueblo de Crimea y su derecho a decidir sobre su destino.​
•  Armenia — El 7 de marzo el presidente Serzh Sargsyan llamó a emprender medidas para suavizar las tensiones a través del diálogo.​ Tras una conversación con el presidente ruso Putin el 19 de marzo, el presidente Serzh Sargsyan afirmó que el referéndum de Crimea era un ejercicio del derecho de autodetenerminación popular y de libertad de expresión.​​
•  Corea del Norte — El embajador de Corea del Norte en Moscú, Kim Yeong-jae, condenó el 15 de marzo las acciones de Occidente en la crisis, diciendo que los actuales sucesos son «provocados por un guion trazado por Estados Unidos» y que no respetan el derecho internacional. También apoyó las acciones de Rusia en Crimea.​
•  Cuba — El Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, condenó lo que llamó «la hipocresía, los dobles raseros y la agresión» de Washington y la OTAN sobre el derrocamiento del gobierno prorruso en Ucrania, y advirtió en contra de cualquier intento de extender el alcance de la OTAN a las fronteras de Rusia considerándolo una violación flagrante del derecho internacional y la Carta de la ONU y una amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad mundial.​

El representante cubano ante la ONU, Rodolfo Reyes, dijo el 27 de marzo que «Cuba se opone enérgicamente a la aplicación de sanciones contra la Federación de Rusia, rechaza la hipocresía, el doble rasero y la agresividad manifiesta de las acciones y el discurso de la OTAN al respecto». También rechazó las sanciones de Occidente a Rusia y las acciones militares de la OTAN y sus aliados declarando que «el intento de extender la OTAN hasta las fronteras de la Federación de Rusia constituye una grave amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad internacional».​

Bruno Rodríguez se reunió con Serguéi Lavrov, canciller de Rusia, como parte de una visita de estado a la nación latinoamericana. Rodríguez calificó de «inaceptables» las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a Rusia, comparándolas con el embargo estadounidense hacia Cuba.​

•  Nicaragua — El vicecanciller ruso agradeció en un comunicado a las autoridades de Nicaragua el 22 de marzo por apoyar a la política rusa en Crimea, informa el servicio de prensa de la Cancillería.​ El mismo país afirmó el 27 de marzo que reconoce la anexión de Crimea a Rusia.​

El presidente Daniel Ortega, en el marco de una visita del canciller ruso por Latinoamérica, afirmó su defensa a la política rusa en la crisis ucraniana y criticó las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, diciendo que «en nada ayudan las posiciones de la comunidad europea, de Estados Unidos, cuando están ejerciendo presiones, sanciones; y al contrario, el camino no es el de las sanciones, no es el de las presiones, el camino es el del diálogo en el marco del respeto al derecho internacional».​

•  Siria — El presidente Bashar al Assad expresó su apoyo a los esfuerzos de Putin para «restablecer la seguridad y la estabilidad en el país amigo de Ucrania».​
•  Sri Lanka — El gobierno de Sri Lanka calificó la destitución de Yanukovich como «inconstitucional» y consideró las preocupaciones de Rusia como justificadas y dio la bienvenida a cualquier intento de estabilizar la tensión.​
•  Venezuela — El presidente Nicolás Maduro responsabilizó a la OTAN y a Estados Unidos de someter a la sociedad ucraniana a la «violencia impuesta por terroristas y fanáticos» y acusó al actual gobierno de «nazi-fascista». En un comunicado aseguró que «la instalación en Kiev de autoridades de facto, no solo amenaza la unidad nacional de Ucrania sino la estabilidad de toda la región, pues se pone en peligro la seguridad de los ciudadanos de origen ruso que forman parte de la sociedad ucraniana y la propia soberanía de la Federación de Rusia».​​

El 18 de marzo, el presidente venezolano en su programa radial En contacto con Maduro, volvió a hablar del asunto de Crimea: "«lo que ha pasado en Crimea es una respuesta al formato que llegó a implosionar la democracia ucraniana, y ese formato tiene un solo responsable: Estados Unidos y parte de Europa contra Rusia. Quieren rodearla para allanarla y destruirla, es un viejo sueño de 300 años que algunas élites occidentales han buscado concretar». También citó a la mandataria argentina que comparó la situación en Crimea con los casos de Kosovo y las Malvinas, mencionando «el doble rasero de la política internacional». Además, calificó de «grosería» las amenazas y las sanciones que impuso Estados Unidos contra Rusia.​

•  Abjasia,  Artsaj y  Osetia del Sur (Estados con reconocimiento limitado) — Expresaron su apoyo al pueblo de Crimea y al referéndum, pidiendo que se respete la decisión tomada. También, los tres estados reconocieron la independencia de Crimea.​​​

Apoyo a Ucrania

•  Australia — El 2 de marzo, el primer ministro, Tony Abbott, dijo que «las acciones de Rusia en Ucrania no eran el tipo... de un amigo y vecino, y creo que Rusia debería retroceder».​ Abbott dijo a la Cámara Australiana de Representantes el 3 de marzo que «Rusia debería retroceder, debe retirar sus fuerzas de Ucrania y el pueblo de Ucrania debe ser capaz de determinar su futuro por sí mismos». Además se canceló una visita programada a Rusia por el ministro de Comercio, Andrew Robb.​
•  Chile — El embajador chileno en las Naciones Unidas, Octavio Errázuriz, manifestó el apoyo de su país a la integridad territorial. Respecto al referéndum sobre el estatus de Crimea, Errázuriz dijo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que «éste no se ajusta a la constitución de Ucrania, Estado unitario dentro del cual la República Autónoma de Crimea forma parte integral». Agregó que la legislación internacional obliga a respetar la soberanía y las actuales fronteras de Ucrania, rechazando «las amenazas y del uso de la fuerza en contra de la integridad territorial y la independencia política de ese país».​
•  Costa Rica — El gobierno de Costa Rica condenó la violación a la soberanía e integridad territorial de Ucrania por parte de «fuerzas extranjeras» desplegadas en Crimea y demandó el regreso de las mismas a sus puntos de origen. También pidió la asistencia de Naciones Unidas en el conflicto.​
•  Georgia — El Presidente Giorgi Margvelashvili pidió a la comunidad internacional «no permitir un nuevo conflicto en Europa y utilizar todos los medios disponibles con el fin de evitar posibles agresiones y preservar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania».​ El 16 de marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado diciendo que Georgia «no reconoce el referéndum», ya que se produjo «en medio de la presión de las fuerzas armadas rusas, en desafío a las normas y principios universalmente reconocidos del derecho internacional, con total desprecio por las leyes de Ucrania».​ El 17 de marzo, el presidente Margvelashvili denominó al referéndum como «ilegal» y expresó su «extrema preocupación». Dijo que «es impensable hablar de la libre elección y la libre expresión de la voluntad del pueblo, donde la situación está controlada por fuerzas armadas de Rusia».​ El gobierno de Georgia también pidió protección a la OTAN y acelerar el proceso de anexión de dicho país al organismo «ante la actuación de Rusia en la crisis ucraniana».​
•  Japón — El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que dijo que la autorización «para el uso de las fuerzas armadas de la Federación de Rusia en Ucrania aumenta la tensión en la región y perjudica a la paz y la estabilidad de la comunidad internacional», así que «Japón espera que la situación en Ucrania sea resuelta de una manera pacífica».​ El canciller japonés, Fumio Kishida, expresó su pesar por la decisión de Moscú de reconocer el referéndum del 16 de marzo y la independencia de la República de Crimea y anunció la imposición de sanciones contra Rusia.​
•  México — El 4 de marzo, la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió un comunicado expresando su profunda preocupación en el deterioro de la situación en Ucrania y su apoyo a las convocatorias de respeto de la unidad nacional de Ucrania y la integridad territorial, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.​
•  Noruega — El Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega condenó la escalada militar rusa en Crimea, junto con los países de la OTAN. «Las autoridades rusas deben cumplir de inmediato la solicitud de Ucrania del diálogo para resolver la crisis sin violencia», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Noruega Børge Brende.​
•  Panamá — El ministro de Exteriores de Panamá, Francisco Álvarez, afirmpo su «inquietud» por la situación en Ucrania y su deseo de que se respete la integridad territorial del país ante el aumento de las tensiones en la península de Crimea. También solicitó a la ONU a que Rusia y Ucrania apuesten por «la calma y el diálogo para resolver sus intereses mutuos en esa parte del mundo».​
•  Uruguay — El 20 de febrero, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay condenó los actos de violencia y llamó a las partes interesadas para resolver las diferencias por medio de un diálogo.​

En la votación de la Asamblea de Naciones Unidas del 27 de marzo, Uruguay se abstuvo de reconocer el referéndum de anexión de la península de Crimea a Rusia por no estar dentro de la constitución de Ucrania. El Ministerio de Relaciones Exteriores informó que la delegación uruguaya reafirmó su compromiso con los principios del derecho internacional diciendo que el país «considera que ningún pronunciamiento no ajustado a las normas constitucionales del estado ucraniano puede tener como consecuencia la alteración de las fronteras internacionalmente reconocidas y por ende contravenir el principio de la integridad territorial de los estados». También expresó que el proyecto incluyó «elementos de índole política que nuestro país considera inconvenientes y que alteran sensiblemente el alcance de esta resolución», la cual «debería focalizarse exclusivamente en la vigencia del principio de integridad territorial de los estados».​​

•  Kosovo (Estado con reconocimiento limitado) — Condenó a través de su ministerio de Relaciones Exteriores, la «ocupación» rusa del territorio de Ucrania, y la violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania en plena contravención de las obligaciones de Rusia en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki y del Memorándum de Budapest de 1994.​

Organismos internacionales

•  Organización de las Naciones Unidas — El 1 de marzo, mientras que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se reunieron en una sesión de emergencia a puerta cerrada, un portavoz del secretario general Ban Ki-moon, emitió un comunicado diciendo que el Secretario General estaba «profundamente preocupado por el deterioro de la situación» en Ucrania y tenía previsto hablar con el presidente ruso. En su declaración pidió «pleno respeto y la preservación de la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania» y exigió «la restauración inmediata del diálogo sereno y directa entre todos los interesados».​ El propio Consejo de Seguridad expresó su apoyo a la unidad territorial la integridad y la soberanía de Ucrania. El Consejo convino en que era importante que todos los actores políticos en Ucrania ejerzan la máxima moderación y pidió un diálogo inclusivo que reconozca la diversidad de la sociedad ucraniana.​

El vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson, se reunió el 4 de marzo en Kiev con el presidente y el primer ministro interinos. Ha señalado a la contraparte ucraniana que es imprescindible observar los derechos de todos los ciudadanos del país.​

El 18 de marzo el portavoz de Naciones Unidas declaró que «las partes del conflicto en torno a Crimea tienen que reanudar el diálogo de una manera inmediata para encontrar una salida de la crisis».​

El 20 de marzo Ban Ki-moon afirmfó que comparte las preocupaciones de Vladímir Putin respecto a la situación de la minoría rusófona de Ucrania. También insistió en la importancia de «mantener la calma» y resolver los conflictos de manera pacífica, e instó a Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos a no abandonar el diálogo sobre las cuestiones de Siria y la República Centroafricana.​

El 27 de marzo de 2014, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba la Resolución 68/262 denominada «Integridad territorial de Ucrania».​

Ban Ki-moon, condenó la violencia que se produjo en el este de Ucrania durante el 14 al 16 de marzo, e instó a todas las partes «que se abstengan de la violencia y que se comprometan a la distensión y el diálogo nacional inclusivo en la búsqueda de una política y una solución diplomática».​

• Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa — El presidente en ejercicio, Didier Burkhalter, y a su vez presidente de Suiza, condenó la detención de los inspectores militares de los Estados participantes en Sloviansk, y pidió que sean puestos en libertad. Burkhalter hizo hincapié en que la detención de los inspectores militares desarmados era «inaceptable y que la seguridad de todos observadores internacionales en el país deben ser garantizadas y aseguradas». También dijo que el incidente «va en contra del espíritu de la reciente Declaración de Ginebra acordada por Ucrania, la Federación de Rusia, los Estados Unidos y la Unión Europea» y pidió un diálogo entre las partes implicadas para poner fin a la crisis.​
• Amnistía Internacional y el Comité para la Protección de los Periodistas reclamaron por los derechos humanos de periodistas, activistas y manifestantes proucranianos que han sido «violados por las fuerzas de ocupación».​​
• Los líderes del Grupo de los 7 dijeron que no reconocieron los resultados del referéndum de Crimea. Los líderes instaron a Rusia a «inmediatamente» detener las acciones de apoyo a la región.​ El 24 de marzo, los miembros del G8 (excepto Rusia) votaron para expulsar a dicho país del grupo.​​
• BRICS — Los Estados miembros de este grupo condenaron de forma conjunta el uso de sanciones contra Rusia como medida para solucionar la crisis de Ucrania.​ Si bien, los representantes de Brasil, India, China y Sudáfrica en la Asamblea de las Naciones Unidas se abstuvieron en la votación sobre la integridad territorial de Ucrania celebrada el 27 de marzo​ y sus gobiernos no apoyan de forma unilateral a Rusia, sino que se mantienen neutrales.​​​​
• La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó durante una sesión el 10 de abril en la que no participó la delegación rusa una resolución retirando el derecho de voto de Moscú y suspendiendo su participación en los órganos dirigentes de la institución. Además, la asamblea condenó las acciones de Rusia en Ucrania y consideó que «el incumplimiento de sus obligaciones debe ser sometido a una condena severa».​

El Consejo de Europa manifestó el 13 de abril su «profunda preocupación» ante la escalada de las tensiones en Ucrania y llamó a «todas las partes» a evitar la violencia.​

Festival de Eurovisión

Esta sección es un extracto de Festival de la Canción de Eurovisión 2014 § Crisis en Crimea y su impacto en Eurovisión.

La guerra ruso-ucraniana trascendió al ámbito de Eurovisión cuando se puso en debate si los votos telefónicos emitidos desde la zona de Crimea y Sebastopol se contabilizarían como ucranianos o rusos. Este problema motivó a que los miembros de la UER, quienes en un momento afirmaron que se hallaban ante "un desafío técnico", se reunieran pocas semanas antes de la primera semifinal a fin de analizar la situación. Una solución que se tuvo en cuenta fue la de omitir la votación en la zona, sin embargo Jon Ola Sand, productor ejecutivo de Eurovision, no estuvo dispuesto a admitirlo, alegando que "No podemos negar a la gente que vote. Además aislar la zona es extremadamente complicado. Sería imposible para nosotros saber si una llamada de teléfono móvil viene de Crimea o Moscú" si forman parte del mismo operador.​​

Este conflicto geopolítico también provocó que el socialdemócrata danés Lasse Quvang, aspirante a las elecciones europeas del 25 de mayo, solicitara a la televisión pública anfitriona DR el boicot a Moscú. Incluso diarios suecos, como el «Aftonbladet», señalaban que no era posible aceptar que Crimea formara parte del televoto ruso. «Eso sería aceptar su incorporación a Rusia», explicaban. Sin embargo, la directora de la televisión anfitriona, Pernille Gaardbo, recordó que sólo la UER puede expulsar a un participante si incumple las reglas y que el certamen musical se creó precisamente con la idea de "unir a los países".​

Días después, la UER emitió un comunicado informando que los votos de la zona se contabilizarán como ucranianos. Esta decisión se basaría en la infraestructura telefónica de la república, ya que la operadora telefónica de Ucrania sigue siendo la que provee los números telefónicos de la zona.​​

Esta crisis entre Rusia y Ucrania también provocó que las representantes rusas, las Hermanas Tolmachovy, fueran objeto de abucheos por parte de la audiencia en la semifinal en la que participaron, precisamente cuando las anunciaron como finalistas a la Gran Final. Asimismo, durante la final recibieron pitidos y abucheos cuando se les otorgaba puntajes altos por parte de algún país durante las votaciones. Situación parecida ocurrió cuando su portavoz Alsou se dispuso a anunciar los votos rusos.​​

Respuestas de Rusia

•  Rusia — El 1 de marzo, en el marco de las protestas prorrusas en Ucrania de 2014 que precedieron a los combates, el Senado ruso aprobó por unanimidad la posibilidad del uso del Ejército en Ucrania.​ El 12 de abril, durante una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Andréi Deschitsa, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, señaló que «no hay agentes rusos en Ucrania» y que Moscú «considera inaceptable que Kiev amenace con asaltar los edificios ocupados por manifestantes en Donetsk y Lugansk». Lavrov también instó al gobierno ucraniano a «apostar por el diálogo y tomar en consideración las demandas legítimas de las regiones del sureste de Ucrania, incluyendo la participación de las mismas en la reforma constitucional».​

El 18 de marzo, el presidente ruso Vladímir Putin declaró en un discurso televisado frente a ambas cámaras del Parlamento que su país no quería una «Ucrania dividida» y que «siempre protegería a los millones de hablantes de la lengua rusa en ese país». También dijo que el gobierno ucraniano era «ilegítimo y bajo el control de los radicales» y que nacionalistas acusados de ser neonazis, rusófobos y antisemitas estaban detrás del «golpe de estado» en Ucrania. También habló sobre la votación de la Rada Suprema del 23 de febrero de 2014 que derogó una ley sobre política lingüística dirigida a las lenguas minoritarias, diciendo que se «violó directamente los derechos de las minorías nacionales».​

El 8 de abril el ministro de exteriores ruso, Serguéi Lavrov emitió un comunicado llamando a «a cesar inmediatamente todo preparativo militar, que tiene el riesgo de desencadenar una guerra civil», afirmando que en las operaciones participaban «alrededor de 150 especialistas estadounidenses del grupo militar privado Greystone».​ El gobierno ruso culpó a la Unión Europea y a Estados Unidos de «desestabilizar Ucrania» y afirmó que Rusia estaba haciendo «todo lo posible para promover la pronta estabilización en Ucrania».​

Lavrov acusó a las autoridades ucranianas de «culpar» al gobierno ruso por todos sus problemas, y afirmó que «los ucranianos quieren obtener una respuesta clara de Kiev a todas sus preguntas. Es hora de escuchar estas demandas legales».​ Asimismo, declaró que estaba «observando cuidadosamente» los acontecimientos en el este y el sur de Ucrania, y pidió una reforma constitucional «real que convertiría a Ucrania en una federación».​ También afirmó que Rusia no planeaba «en ningún caso» anexionarse las regiones del sureste de Ucrania porque ello contravenía «los intereses de la Federación Rusa».​ El 12 de abril, durante una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Lavrov señaló que no había agentes rusos en Ucrania y que consideraba inaceptable que Kiev amenazara con «asaltar los edificios ocupados por manifestantes en Donetsk y Lugansk». También instó al gobierno ucraniano a «apostar por el diálogo y tomar en consideración las demandas legítimas de las regiones del sureste de Ucrania, incluyendo la participación de las mismas en la reforma constitucional».​

El 13 de abril, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores anunció que Rusia consideraba «urgente» una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dedicada a la crisis en el sudeste de Ucrania para evitar un conflicto armado.​

El presidente ruso Vladímir Putin, el 15 de abril en una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, señaló que la escalada del conflicto en Ucrania llevará al país «al borde de un conflicto armado». Según el mandatario ruso, el empeoramiento de la crisis en Ucrania fue resultado de las políticas «irresponsables» de Kiev, «que hace caso omiso a los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos ucranianos de habla rusa».​

El presidente Putin en su programa anual Línea directa afirmó que «Rusia y Ucrania siempre serán vecinos. Rusia durante muchos años ha prestado ayuda multimillonaria a Ucrania» y reiteró que los dos países podrán llegar a un entendimiento mutuo a través del diálogo. También dijo que el gobierno ucraniano «en lugar de tratar de dialogar, enviaron tanques y aviones contra los civiles» y afirmó que en la zona no hay servicios especiales rusos sino que los manifestantes son ciudadanos locales.​

Putin advirtió de que su país no reconocería los resultados de las elecciones presidenciales de Ucrania si se continúan con agresiones a los candidatos representantes de las regiones orientales. Según él, «para que las elecciones sean legítimas habría que cambiar la Constitución, porque en su formulación actual no permite convocar elecciones mientras exista un presidente en el cargo».

El 1 de mayo, Putin pidió la retirada de las fuerzas militares ucranianas del sureste de Ucrania y propuso el comienzo de un diálogo nacional para resolver la crisis.​

El 3 de mayo el ministro de cultura de Rusia Vladímir Medinski sugirió denominar a los federalistas y activistas prorrusos como «combatientes de la Resistencia antifascista».​

El 17 de mayo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania envió a una nota al gobierno ruso, en la que propone llevar a cabo «un conjunto de medidas mutuas en la frontera entre ambos países y las zonas limítrofes con el fin de estabilizar la situación». Rusia estudiará la propuesta, según su viceministro de Asuntos Exteriores.

Durante una conversación telefónica, el 18 de mayo, los ministros de Exteriores de Alemania y Rusia, Frank-Walter Steinmeier y Serguéi Lavrov, expresaron su preocupación por la continua violencia en el este de Ucrania, manifestaron inquietud por los continuos enfrentamientos, coincidieron en la necesidad de reducir urgentemente la tensión.​

El 24 de junio, Putin propuso al Consejo de la Federación que revocara la disposición especial que le permite enviar tropas a Ucrania (aprobada el 1 de marzo).​

• República de Crimea — El vice primer ministro crimeo, Rustam Temirgalíev, expresó la esperanza de que la región de Donetsk (así como otras regiones del sudeste ucraniano) formaran una Federación de Ucrania y se unieran al Estado de la Unión.​

Véase también

• Anexo:Reacciones a la invasión rusa de Ucrania de 2022

Referencias