Geografía eclesiástica visigótica

El mundo está lleno de cosas maravillosas y sorprendentes que nos rodean a diario. Desde la increíble belleza de la naturaleza, hasta la profundidad de la mente humana, Geografía eclesiástica visigótica ha sido objeto de fascinación y estudio a lo largo de los siglos. Ya sea un nombre conocido en la historia, un tema de actualidad o una fecha importante, Geografía eclesiástica visigótica tiene un impacto significativo en nuestras vidas de una forma u otra. En este artículo, exploraremos más a fondo Geografía eclesiástica visigótica y descubriremos su importancia en el mundo actual.

Hispania visigótica hacia el año 700, antes de la invasión musulmana de la península ibérica.

Por geografía eclesiástica visigótica entendemos la división administrativa de la iglesia católica en la Hispania visigoda, reino donde la estrecha relación entre los poderes civil y religioso, suponía que una Diócesis era algo más que un distrito o territorio en que tiene y ejerce jurisdicción espiritual un prelado, tal como consta en la historia del cristianismo en España.

Antecedentes

División provincial de Diocleciano en 298, con cinco provincias a las que se añade la Tingitana para constituir la Diocesis Hispaniarum.

La Diocesis Hispaniarum fue creada por el emperador romano Diocleciano. Las provincias altoimperiales de Hispania Lusitania y Baetica mantuvieron sus límites, pero la provincia Tarraconensis fue dividida en tres provincias menores, la Gallaecia, la Carthaginense y la Tarraconensis, desgajándose de esta última la Balearica a mediados del siglo IV.​ Cada provincia estaba dividida en varios conventus. La diócesis desapareció en 409, cuando vándalos, suevos y alanos entraron en la Península.

Fuentes históricas

Para conocimiento de la geografía eclesiástica visigótica pueden utilizarse varias fuentes como la Hitación de Wamba​ de finales del siglo VII, las signaturas de prelados en las actas de los concilios de Toledo, las obras de Idacio o de Isidoro de Sevilla y las llamadas Nomina sedium episcoplaium estudiadas por Claudio Sánchez Albornoz.

La conversión de Recaredo, en una pintura histórica de Antonio Muñoz Degrain (1887).

Reino suevo

Las provincias coincidieron en sus límites con las antiguas provincias romanas, con la excepción del reino de los suevos cuyo territorio estuvo dividido en dos provincias eclesiásticas, cuyas capitales fueron Braga y Lugo. La archidiócesis de Braga comprendían cuatro diócesis que antaño pertenecieron a Lusitania: Lamecum, Viseum, Conimbrica y Egitania. A mediados del siglo VII pasaron a depender de Mérida.

Primacía de la Diócesis de Toledo

En el siglo III, la ciudad de Toletum se encontraba incluida dentro de la provincia carthaginensis con capital en la ciudad de Carthago Nova, la actual Cartagena. La división en diócesis de Hispania se basó en la división provincial romana, por lo que la sede episcopal de Toledo dependía orgánicamente de la de Cartagena.

A mediados del siglo VI, el emperador bizantino Justiniano se hizo con el control de una franja importante del sur de Hispania, incluyendo sedes diocesanas tan importantes como Corduba, Begastri, Illici y la propia Cartagena, ahora renombrada por Justiniano como Carthago Spartaria.

División territorial

Cartaginense

En los concilios de Toledo aparecen las firmas de 21 o 22 obispos de esta provincia, cuya sede estaba en la ciudad de Toledo. la mayor confusión la tenemos en los nombres de Segobriga, Segovia y Segontia, los tres procedentes del término Sego, que significa «victoria» (prefijo también presente en el nombre de otras ciudades como Segeda y Segontia), y del sufijo -briga, que significaría «ciudad» o «fortaleza». Por lo que podría ser traducido como «Ciudad de la victoria» o «Ciudad victoriosa».

Restos visigodos de la Cripta de San Antolín.

García Villada considera también la existencia de la diócesis de Cartagena, aunque probablemente desapareciera a principios del siglo VII. La primera presencia documental de un obispo de Cartagena se refiere al obispo Héctor, que asistió en 516 al Concilio de Tarragona.

Bética

Basílica paleocristiana de Gerena (s. V)

Hispalis es la metrópoli de los obispados de la Bética, que debieron ser solo diez:

García Villada añade el obispado de Abdera, la actual Adra, aunque se trata de una conjetura poco probable.

Lusitania

Augusta Emerita fue la metrópoli de los obispados de la Lusitania, que debieron ser solo trece:

De efímera existencia fue la diócesis de 'Aquis, instituida por el rey Wamba en el año 677 y anulada por el concilio de Toledo de 681.

Gallaecia

Áreas con culturas de origen britónico en el siglo VI

Bracara Augusta es la metrópoli de los obispados de la Gallaecia, que debieron ser solo nueve. Del periodo suevo-visigótico se conocen los nombres de 12 prelados bracarenses.

Tarraconense

Escudo de Villafranca Montes de Oca.

Tarraco es la metrópoli de los obispados de la Tarraconense, que fueron quince, los otros catorce eran:

Narbonense

Existen varias teorías acerca del origen del nombre de Septimania: la ciudad de Béziers, Colonia Julia Septimanorum Beaterrae, o las siete ciudades del territorio: las actuales Elne, Agde, Narbona, Lodève, Béziers, Magalona y Nimes. Narbona, integrada al reino visigodo de Tolosa en el año 462, es la metrópoli de los obispados de la Narbonense, que fueron ocho, los otros siete eran:

Notas y referencias

  1. Not. dig. occ. XXI: «Vicarius Hispaniae. Sub dispositione viri spectabilis vicarii Hispaniarum: Consulares: Baeticae. Lusitaniae. Callaeciae. Praesides: Tarraconensis. Carthaginensis. Tingitaniae. Insularum Balearum (...)».
  2. Antonio Blázquez y Delgado-Aguilera, La hitación de Wamba: Estudio histórico geográfico, Madrid : E. Arias, 1907, 105 p.
  3. Manuel Torres López, Octavio Gil Farrés, Ramón Prieto Bances y Rafael Gibert y Sánchez de la Vega, «Instituciones económicas, sociales y político-administrativas de la península hispánica durante los siglos V, VI y VII», en La Iglesia en la España visigoda, Espasa Calpe, Madrid, 1985, ISBN 84-239-4805-6, página 292.
  4. Canon VII del Concilio de Mérida del 666.
  5. Simonet, Francisco Javier. Historia de los mozárabes de España. 
  6. «Yacimiento de Valeria — Patrimonio Histórico de Castilla La Mancha.». Archivado desde el original el 2 de octubre de 2010. Consultado el 30 de diciembre de 2010. 
  7. Sitio web oficial del Ayuntamiento de Cabra • Historia medieval • Los visigodos. Cabra, sede episcopal
  8. «Muros Italicae antiquae civitatis restaurat; quae res maximum Hispaliensi populo exhibuit».
  9. J. Vives, Concilios visigóticos e hispano-romanos, Madrid, 1963, p. 520: «Cuniuldus Italicensis episcopus s(ub)s(cripsi)».
  10. «Pequeno Resumo Histórico de Lisboa». Câmara Municipal de Lisboa (en portugués). Consultado el 17 de diciembre de 2010. 
  11. Hasta el siglo XX se consideró la hipótesis de que Pax Augusta fuese el nombre de la población romana que se aplicó a Badajoz.
  12. Sede titular de Britonia, Britoniensis, en Catholic-Hierarchy.org.
  13. «FLUC homenageia Avelino de Jesus da Costa», Acabra.net — Jornal Universitário de Coimbra (visitado el 28 de julio de 2008).
  14. Esteban de Bizancio, Nombres etnográficos.
  15. Diócesis de Huesca en Catholic-Hierarchy.org.