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Lengua de señas argentina | ||
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Hablado en | Argentina | |
Estatus oficial | ||
Oficial en | Reconocido en Argentina | |
Códigos | ||
ISO 639-3 | aed | |
La lengua de señas argentina o LSA (ISO/DIS 639-3: aed) es la lengua de señas empleada por la comunidad sorda en Argentina. Es una lengua natural, con una gramática compleja, completa y distinta al español. Su origen puede remontarse a la comunidad nacida en las primeras escuelas para sordos de Buenos Aires a finales del siglo XIX y comienzos del XX, como consecuencia de la fundación del Instituto Nacional de Sordomudos, aunque en dichas escuelas se buscaba la instrucción oral y desterrar el uso de señas.
Su origen puede remontarse a las primeras escuelas para sordos de Buenos Aires, entre los años 1880 y 1910: la Bartolomé Ayrolo, para varones; y la Osvaldo Magnasco, para mujeres. Estas escuelas surgieron por iniciativa del Instituto Nacional de Sordomudos, por medio de la ley 1662 del 19 de septiembre de 1885. Dicha ley indicaba como fin que se “enseñen a los sordomudos a usar la palabra puesto que si no permanecerán en un estado de incapacidad moral e intelectual”. El primer director del instituto, el maestro italiano Serafino Balestra, fue el primero en implementar la metodología oralista en América latina. A su breve período lo sucedieron sin cambios los médicos argentinos Garañao y Facio; y en 1892, el italiano Luis Molfino.
En ese momento, no eran usadas durante las clases, pero los estudiantes fueron desarrollándola y las usaban por fuera de éstas; sin embargo, los alumnos de ambas escuelas habían desarrollado lenguas distintas. En 1912 se conformó la primera asociación de la comunidad, ASAM (Asociación de Sordos de Argentina) en la que se incorporaron gradualmente gran parte de los alumnos de ambas escuelas y formaron distintos tipos de lazos sociales, incluyendo la formación de nuevas familias.
Las personas sordas asisten a escuelas para sordos, y usan variaciones locales fuera de clase. Existe al menos un sistema para la escritura en LSA, aunque todavía su uso no está muy difundido: el Sistema Camps para la escritura de lenguas de señas.
El primer diccionario de la Lengua de Señas Argentina fue publicado por la lingüista argentina María Ignacia Massone en 1993, luego de más de 7 años de investigación y la participación de más de 200 personas sordas. En 1994 la doctora Massone y la referente sorda Emilia Margarita Machado publican el primer estudio de la gramática de la LSA, con la colaboración de 120 personas sordas argentinas. En la actualidad, existen varias investigaciones lingüísticas sobre distintos aspectos léxicos, gramaticales y discursivos de la LSA.
El LSA tiene una sintaxis distinta al español, lo cual ha causado conflictos con la comunidad sorda cuando docentes, artistas o intérpretes ajenos a la comunidad realizan señas en el orden gramatical del español, lo cual se ha denomina "español señado" (transliteración).
El orden canónico del español es sujeto–verbo–objeto mientras que para el LSA es sujeto-objeto-verbo (en ambos casos se aceptan algunas desviaciones). En LSA el verbo va siempre luego del sujeto y el objeto y si la oración es una pregunta, esta se expresa al final. El sujeto tácito y los artículos no existen en LSA.