Hoy en día, Romanización (aculturación) es un tema que genera gran interés y debate en la sociedad actual. Desde su surgimiento, Romanización (aculturación) ha cobrado relevancia en distintos ámbitos, despertando la curiosidad de expertos, académicos y público en general. Su impacto ha trascendido fronteras y su influencia se ha hecho notar en la cultura popular, la política, la economía y la tecnología. En este artículo, exploraremos a fondo el fenómeno de Romanización (aculturación), analizando sus orígenes, evolución y repercusiones en la sociedad actual. A través de distintas perspectivas y opiniones, intentaremos arrojar luz sobre este tema y comprender su relevancia en el mundo contemporáneo.
Se denomina romanización al proceso de asimilación cultural que tuvo lugar en la mayor parte de Europa occidental y los Balcanes en la antigüedad, por el cual numerosas regiones bajo el poder político de Roma adoptaron sus instituciones, costumbres, organización social y su lengua. El proceso tuvo lugar en las diferentes provincias en que se dividía la república y posteriormente el imperio a medida que este se expandía por la cuenca del mar Mediterráneo.
Además de la lengua las élites adoptaron frecuentemente las formas exteriores distintivas de los romanos: vestido, estilo, religión, costumbres formales, etc. Esa adopción de elementos materiales romanos requiere frecuentemente el uso la importación o elaboración de productos típicamente romanos, lo cual frecuentemente implica también la importación de la tecnología para producirlo localmente.
En las diversas regiones donde se dio una romanización intensa se ha comprobado, que aunque con diferencias regionales, la romanización se dio en diferentes fases progresivas:
El culmen de la romanización llegó en algunos lugares con la concesión de la ciudadanía romana a los habitantes del lugar, que fue general en el año 212.
Los testimonios del abandono de las lenguas indígeneas difieren grandemente de un lugar a otro:
En muchos lugares donde la lengua autóctona era una lengua usada en inscripciones epigráficas, la desaparición de las mismas, fue precedida de una fase de amplio bilingüismo como testimonian un número importante de inscripciones bilingües.